A día de hoy, las valoraciones biomecánicas del puesto de trabajo se realizan con técnicas que presentan diferentes dificultades. En primer lugar, las posturas se evalúan de manera estática, aislando ciertos momentos del ciclo de trabajo y analizando la postura únicamente en esos momentos mediante el uso de fotografías, imágenes de vídeo, etc. Esto hace que la tarea sea larga, ardua y propensa a errores, al tener que identificar previamente los momentos con más potencial de causar daño al trabajador. Por otro lado, el análisis se hace con un número muy limitado de trabajadores (en ocasiones, solo uno), por lo que no se tienen en cuenta las inevitables variaciones que se producen entre trabajadores.El objeto de este tipo de análisis, tal y como se hace en la actualidad, es obtener evidencias que ayuden a modificar el puesto de trabajo para que sea menos lesivo para el trabajador, pero bien puede darse el caso de que una modificación que sea beneficiosa para la mayoría de los trabajadores resulte muy perjudicial para los trabajadores que no han sido tenidos en cuenta en el análisis. A diferencia de estas técnicas, nuestra solución no busca la modificación del puesto de trabajo sino que entrena a cada trabajador para que modifique su estrategia postural de manera que ésta se adapte al puesto de trabajo, siempre de acuerdo a sus características personales específicas.